NADA
ME APARTARÁ DE TI
Nada me apartará de ti y en este otoño
gris, repliego para amarte.
Como siempre, porque mi corazón ciego y
desolado sin tu amor,
espera una mirada, aliento, energía
vitalidad, para poder vivir.
La tristeza, detiene mi risa, reprimida
tantas veces, por el dolor.
Mal de ver sin ver, soñar queriendo. Hundir
en el océano de tus ojos,
Lágrimas a mi antojo, ahogando el último
aliento, respirando en ansiedad.
Abrazando locamente en pureza cada espacio
de tus manos. Enlazando
las mías, tanta angustia, que, de noche trasuntan,
tormento y agonía.
Nada me aparta, nada ni el silencio que
preparas, para ahuyentar tal vez,
tus propios miedos. Nada, ni eso, aun así.
Estás, porque no te elegí fue
el destino, la vida, el misterio el azar,
el secreto, el enigma, el cosmos.
No sé, algo se apropió de mí, de vos, pero
estás, estarás indefinidamente.
Hay fuerzas, empatías, que me doblegan.
Intuiciones que me llevan a ti.
Para cuidarte como ángel, porque encontré
en tu alma ese ser, único,
Ideal, a quién entregar sublime amor, con
sinceridad, lealtad y nobleza.
Colmar caricias para brindar. Nada me
apartara de ti vivo y viviré por ti.
Y los días continúan, sin ninguna realidad,
que me detenga para pensar.
Sigo acompañando en silencio con dolor en
el pecho la agonía del amor.
Preguntando sin respuesta, hasta cuando
callando seguiré ¿Ya no lo sé?