CUÁNTA CONTRADICCIÓN
Cuanta contradicción. Momentos de alegría, tristeza y desesperación.
Con mi adorado Hijo Marcelo en la presentación de mi último libro. |
Cuanta contradicción. Momentos de alegría, tristeza y desesperación.
La vida no pertenece más que a fuerzas poderosas, que se apropian permanentemente del ser.
Pasa todo rápidamente, como las agujas del reloj. No puedes
retroceder.
Siempre la misma pregunta, sin respuesta. Interrogantes que
tantas veces decepcionan.
El final cuál será.
Quién tiene respuesta?
Mientras tanto respiras, vives en realidad? Que es la vida
cuando al despertar, todo es rutina, aunque los días, no sean iguales. Aterra tantas veces, la realidad actual.
Cuál es el camino a la perfección. Si casi todo, es imperfecto. Tantas ilusiones
desvanecen. Tanto amor, desangra, cuando
esperas un ideal inexistente.
Sólo en soledad y en
silencio, encuentras la verdad, en tu alma. Alma invisible, atónita
tantas veces, por tanta maldad existente. Sólo conformo y existo, con la fe que
me acompaña.
Pero nunca puedo decir, la felicidad es permanente. Todo pasa, pero tantos recuerdos jamás te
abandonan. Las heridas van cicatrizando, pero el dolor de una pérdida , no se
olvidan.
Quedan rastros invisibles que muchas veces te anulan, te
confunden por qué?
La realidad, tantas veces
se confunde. En segundos tu risa
transforma en llanto. Recuerdas seres que han partido y sabes tú tendrás el mismo final.
Piensas en algo alegre, te colocas la máscara y partes para
seguir actuando en este teatro, que es la vida.
Pensando en tus obligaciones, pasa el día. Ni piensas en
tantos seres que ahora sufren, lloran, desesperan y los poderosos
no siempre los ayudan. Tratas de
corregir errores, pero poco cambia.
Que será del
presente, del mañana. El mundo ha cambiado tanto, es tan difícil
encontrar la solución.
Cómo saber si
realmente hay sinceridad a tu alrededor. En medio de tanta desastre.
Por eso sueño, por eso
escucho música, por eso escribo, por eso, amo a mi familia. Por eso
tantas veces necesito de ilusiones y
esperanzas que me ayuden a sobrellevar
una realidad que lastima, que hiere,
quisiera tantas veces despertar con una realidad distinta, sin tanta desgracia,
logrando felicidad en todos quienes
habitamos esta tierra, dejando pasar
todo el dolor que provoca ver a tantos
seres humanos que nacieron por
circunstancias que no eligieron y viven
con hambre, entre la miseria. La bondad, la generosidad y no el
odio, podrán reformar, toda esta
imperfección que duele tanto.
María Magdalena
Tieghi