SE
DILUYE SOMBRÍA ESTA TARDE DE OTOÑO
Se diluye sombría esta tarde de otoño,
recordando en tus ojos lo profundo del mar.
El refugio es pensarte, aunque nada
despierte,
la ilusión entre dudas que ensombrecen mi
ser.
Poco espero en la tierra. La esperanza se
esfuma.
La rutina hace mella en la ruta infernal.
Que divide
esta sed de quererte, incita arrastra a un
abismo sin ti.
Podría no llorar, cada espacio de tu
ausencia, que
producto de impaciencia, me aniquila la
razón.
Nada puedo dirigir, ni siquiera equilibrar,
la brújula es la verdad, expresada en el valor.
No puedo torcer al viento, si llega la
tempestad,
ni puedo exigir piedad a esta locura del
alma.
Estos son imponderables que acosan y
obligan
que aunque crea cosa mía, a mí, ya no
pertenecen.
Así el amor es la fuerza que nace de las
entrañas,
que no conoce quién manda, porque llega sin
permiso.
Doblegada a un amor sublime platónico, eterno.
Te pienso a cada momento, como grito al
corazón.
Es sueño, la fuerza extraña, amarte con decisión.